No creo en navidades ni en las noches de paz. Las verdades no son absolutas y hay mentira y verdad... hoy dormís en mis brazos (y eso es una verdad). Hoy no entiendo como pasó todo pero me cabe igual. A las fiestas las inventó un sabio, a las ceremonias los que no sabían qué hacer. Tu cuerpo es el lugar perfecto para que yo sepa lo que quiero hacer... como las noches de magia, como las noches de sal. Las verdades son tan irreales como la realidad. Aquel tesoro con dueño hoy es mi perdición. Bajo la misma Luna me duermo, y despierto al mismo Sol.
A la noche la hicieron los sabios, al día los que querían saber. La cama es el lugar perfecto para que me expliques lo que pasó ayer porque ayer yo vi todo... todo lo que pude ver: la cerveza, tus ojos, tus rezos. La locura en tu piel. ¿Para qué hacer gracia de sensaciones? Hoy no quiero indagar corazones y hacer juicio por retrovision. Si vos sos el paraíso, yo no creo en milagros. ¿Pero qué le voy a hacer?