NO ERA AMOR LO QUE CORRÍA POR SUS VENAS. Ni las drogas ni la gracia divina pudo salvarla de aquel infierno que ella misma diseñó. Tenía más odio que vida, y un extraño sabor en su boca. ¿Qué es una sonrisa si no hay nadie para verla? O si nadie la siente. O si nadie se enamora. ¿Enamora? El amor no es una
palabra admisible en estos momentos. Ella corrió hasta darse cuenta que el dolor también se iba con ella. No la iba a abandonar hasta que llegaran al lugar indicado.
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