Tú me hiciste sentir que no valía y mis lágrimas cayeron a tus pies. Me miraba en el espejo y no me hallaba, yo era solo lo que tú querías ver. Y me solté el cabello, me vestí de reina, me puse tacones, me pinté y era bella. Y caminé hacia la puerta, te escuché gritarme pero tus caderas ya no pueden pararme. Y miré la noche y ya no era oscura era de lentejuelas.
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